Cada vez es mayor el número de personas que últimamente manifiestan dolores
físicos repentinos en diferentes partes del cuerpo, acompañados de
manifestaciones intensas también de ansiedad. No en pocas ocasiones, me
comentan sobre ello e incluso me preguntan mi opinión sobre ello.
Es muy intensa la energía que
está entrando en el planeta, intensificada aun más con las crecientes
llamaradas solares que aceleran aun más muchos de los procesos de cambio
que se están dando en todos los niveles del planeta. Esto está afectando a una
mayor toma de consciencia por parte de la humanidad de todo los sistemas
económicos, sociales, políticos y religiosos que hasta ahora han estado imperando
en nuestras vidas y la manipulación a la que hemos estado sometidos y a su vez también
está activando mucha basura emocional residual que aún puede quedar en nosotros,
para que esta sea sacada a la luz y liberada de una vez por todas.
Esto puede ocasionar muchas
molestias a nivel físico, pues ya sabes que muchas de nuestras manifestaciones
físicas y dolores no son sino la última capa y manifestación de algo más profundo
que suelen ser emociones de dolor no resueltas.
Estamos ante una oportunidad
maravillosa para que este proceso se dé de una forma más rápida. Mucho se habla
de la intensidad de la actividad del sol y de lo peligroso que puede ser,
metiendo miedo a la población, pero no se habla tanto de lo beneficioso que es
a nivel energético porque sigue interesando mantener a las personas en el
miedo.
El cambio de consciencia, se está
dando de manea acelerada, y con ella todos los cambios que conlleva, también a
nivel físico.
Podemos estar sintiéndonos
mareados, con dolor localizado en las piernas y /o en medio de los omóplatos y
cuello, pudiéndose quedar incluso esas zonas rígidas. También problemas
estomacales. Esos son ahora los más frecuentes.
Hemos de tener en cuenta, que
todo dependerá de la sensibilidad de cada persona, y también lo que eligiese
vivir en estos momentos. Cada uno eligió vivir y “sentir y reconocer” el cambio
de una manera diferente, incluso podemos estar eligiéndolo ahora sentir de un
modo determinado.
Yo opino que no debemos temer
nada, y que el cambio ya se dio, pero necesitamos manifestaciones externas para
poder reconocer y creer que esto se ha dado y se da y se dará, según como lo
sienta cada uno.
Así que mucho se está moviendo en
nosotros y que puede estar provocando que nos sintamos “tan raros”.
Muchos eligieron sentir físicamente el proceso y la limpieza emocional, para vivir de esta manera el cambio y sentirlo en toda su intensidad, y aunque ahora no nos acordemos o no lo reconozcamos, es así. Todo el mundo dice, yo no quiero estar así ni lo elijo, pero cuando empiezas a hablar con las personas algo se activa en su interior que les hace reconocer que en el fondo si no fuera así no les parecería que están haciendo bien las cosas o limpiando emociones densas. Las liberan a través del reconocimiento y del dolor. Esto no es ni mejor ni peor, cada uno elige la manera mejor para ellos de que esto se dé.
Por otro lado, es normal como
hemos dicho sentir cansancio, ganas de dormir y descansar más debido a las
altas frecuencias entrantes y a la actividad solar, que no es sino reflejo de
la energía proveniente del gran Sol Central del Universo y de nuestro Sol a
nosotros. Esto está provocando cambios en nuestras propias células, en nuestro
ADN pues mucho se está limpiando y liberando, muchos registros nuestros
antiquísimos, de nuestra familia y del colectivo que ha estado presente por
eones de tiempo. Estos cambios también producen dolor en nuestro cuerpo. Pero
lo están “perfeccionando”, lo están transformando en un cuerpo más acorde con
la nueva vibración y energía amorosa, nos está alineando con la nueva vibración
de la tierra, del universo y de nuestra verdadera naturaleza, nos está ayudando
a recordar quiénes somos y a reencontrarnos con nosotros mismos. Podemos también
despertar nuestro Cuerpo de Luz
Por tanto, debemos agradecer
porque por medio de las experiencias dolorosas, mucho en nosotros puede sanar,
nuestra consciencia despertar o ampliarse. Muchas veces sólo a través del dolor
llegamos a lo más escondido en nuestro ser y nos saca del adormecimiento o la
comodidad, nos hace despertar y sanar.
No queremos el dolor, por
supuesto, pero si llega lo mejor es aceptarlo y escucharlo, intentar ver qué se
esconde detrás de él. Y podemos sorprendernos de lo que descubrimos. Muchas
veces relaciones personales enteras se pueden sanar a través del dolor, y no sólo
del físico sino también del emocional.
Aceptemos pues todo lo que nos
llega en estos días como un maestro al que escuchar, escuchemos nuestro cuerpo
y también estemos atentos a nuestros sueños nocturnos, porque nos pueden ayudar
a descubrir qué se está poniendo de manifiesto qué es importante para nosotros
y qué necesita ser liberado. Hay que saber escucharnos y aceptar lo que
escuchemos sin juzgarnos sea lo que sea, pues el mayor descubrimiento y
apasionante en la vida es el de nuestra verdadera identidad y amarnos por lo
que somos y reconocemos.
Amémonos, pues somos únicos y eso nos hace especialmente
maravillosos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario